martes, 13 de diciembre de 2016

Cultura náutica: El cabo de Hornos


Se denomina Cabo de Hornos al punto sur del continente americano donde se encuentran el Océano Atlántico y el Pacífico
Ya hemos comentado que el continente Americano fue un gran descubrimiento, pero las potencias europeas mantenían la necesidad de encontrar una ruta que les permitiera llegar a las Indias Orientales.
Y a medida que se fue descubriendo el continente fue más evidente que para llegar del Océano Atlántico al Pacífico solo quedaba una posibilidad… bordear el continente americano hasta su extremo sur y bordearlo…
Y la tarea no era nada fácil.
El Cabo de Hornos se caracterizaba por olas de miles de kilómetros, impulsadas por vientos feroces del oeste y por los temporales del océano Antártico. Incluso, en la temporada de verano, de noviembre a enero, se trataba de un lugar frío y desolador, con nieblas, lluvia y vientos variables.
Y durante el invierno era peor.
¿Por qué se llamaba Cabo de Hornos? La palabra tenía procedencia holandesa. Porque los holandeses establecieron el monopolio de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, fundada en 1602.
Solo los mejores llegaron a navegar por el Cabo de Hornos que estaba considerado un lugar maldito por las condiciones que presentaba. El relato de un merinero, recogido en el libro de Peter de James, en Mitos y Leyendas del mar lo describe de esta manera:
"A las cuatro de la tarde, a esa hora ya dominaba la seguridad, llamaron a todos a cubierta y tuvimos que toparnos a la jarcia bajo una feroz tormenta de lluvia y granizo para rizar las velas. Todos llevábamos nuestro equipo para el Cabo de Hornos, pero nos veíamos obligados a trabajar con las manos descubiertas. El buque estaba recubierto  por una capa de hielo y los cabos estaban tan tiesos que a duras penas lográbamos doblarlos. Y las velas parecían chapas de hierro".
Cruzar el cabo de Hornos y salir con vida era uno de los mayores méritos de que podrían presumir los marinos, y les daba el honor de lucir un aro de oro en la oreja, que los distinguía allá donde fueran.
 ¡Y ojo!, esa ruta resultó imprescindible para la ruta de las especias hasta finales del siglo XIX o principios del XX, a bordo de grandes veleros que apostaban por recorrer esa distancia en el menos tiempo posible... Hasta que  se utilizaron otras rutas, como el Canal de Panamá y otro tipo de barcos a motor…

El resto del relato te lo contaré más adelante…

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