En el sector náutico siempre ha habido gente muy
diferente.
Personal de mando que tenía una cierta educación, y
que pertenecían a la armada de los diferentes países…
Pero sobre todo, la tropa, los marineros, personas
que casi nunca tenía ac ceso a una formación, y que servían como mano de obra
para poder llevar los barcos.
Pero aún, en ambos casos, del mar se desconocía casi
todo. Piensa que, hasta finales del año 1.500, se mantuvo aquello de que la
tierra era plana.
Los continentes estaban unidos, todos, en una pieza…
y el que se alejaba de la costa… lo tenía muy complicado.
Pocos marinos sabían nadar y la mayoría, cuando
embarcaban, no sabían si iban a volver…
Por eso, lo que más asustaba a los marinos era el
mal tiempo, las tormentas, dentro del mar.
Eran muy religiosos. Pero a la vez tenían muchas
supersticiones.
Por ejemplo, silbar a bordo, podía despertar al mal
tiempo, rascar el estay, el palo, que aguantaba la vela, igual… una mujer a
bordo era un mal augurio…
Y cuando se inventaron, ¡abrir un paraguas!, estaba
totalmente prohibido.
Abrir un paraguas a bordo, en una nave, en muchos
países, sigue levantando mal fario entre muchos marinos, por eso,
Lorena, por si acaso, nunca abras un paraguas cuando
navegues en un barco
¿Supersticiosa yo?
¡No! ¡que va…!
Peroooo ¡que me libren de las tormentas en el alta
mar
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